Paradojas de Odio
Capítulo 7: Largos paseos al par del anochecer
17 de Noviembre a las Afueras de la decadente Nueva York
Hana cayó al suelo, se manchó las manos y las rodillas de la sangre que ya estaba esparcida en la cerámica del departamento. Había llegado ahí por la tarde del día anterior, horas después de que el avión se estrellase y de que los sucesos más extraños le hubieran ocurrido. Aun no terminaba de asimilar lo que Agatha, la niña que acompañaba a Carlos -el materialist que había enfrentado- había hecho al terminar de recitar aquellas palabras.
En su cabeza no podía evitar repetirse a ella misma la misma pregunta: ¿Que había ocurrido?.
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Se levantó lentamente y apoyó sus manos en uno de los respaldos de uno de los muebles del departamento. Llego al baño tambaleándose, miró el espejo y se agacho a enjuagarse la cara. Tosió varias veces hasta que escupió sangre de nuevo. Tomó el cepillo que estaba en uno de los accesorios que se usan para poner los utensilios del baño, pero rápidamente se alejó al ver que de allí salió una cucaracha, la más enorme que había visto en su vida.
-¡Estupido bicho!- Gritó Hana, mientras se sacaba el zapato para matar al insecto
-No se que esperabas, es un motel a lado de una carretera- Dijo el alma de Hoshi que aparecía a un lado de la chica.
-¡Muerete de una vez!- Seguía gritando Hana mientras tiraba los vasos y papeles usados que estaban en la repisa en su intento por matar al insecto que se movía rápidamente.
-No tiene caso prima- Apareció el alma de Shiki tomando el lugar de la de Hoshi- Mejor ve a dormir, estarás mejor por la mañana.
-¡Listo!- Gritó Hana al ver que aplastaba el insecto con su zapato. Sin embargo se puso a toser de nuevo.
Volteó a ver su muñeca y con gran sorpresa observó que la marca que la hacía participante del ‘Juego de supervivencia’ había desaparecido.
-¡Ago!- Grito Hana pero sin obtener respuesta.
Se sacó la ropa lo más rápido que pudo y se metío a la bañera.
-Hana ¿Qué haces?- Preguntó Shiki
-Iremos a dar una vuelta- Respondió la chica.
-¿A donde?-
-Le haremos una visita a nuestro amigo Carlos- Hana Salió de la ducha, tomó su pistola que estaba en la cama y salió del cuarto oscuro en el que había pasado la noche.
Después de unas horas llegaron al centro de la ciudad, a pocos metros del World Trade Center. Aun cuando era temprano -cerca de las 6:30 de la tarde- no había mucha gente en las calles. La gran ciudad de Nueva York había perdido su brillo desde los accidentes al final de la década.
Hana se acercó a ver uno de los puestos de revistas en una esquina.
-Buenas tardes- Le dijo la señora que se encontraba dentro del puesto en un tono de voz leve
-Buenas tardes- Respondió Hana en un raro inglés. La señora no le devolvió la mirada y se regresó a leer su libro.
-Hana- Dijo Shiki- ¿Estás segura a donde vamos? No creo que tengas idea de donde encontrar a ese tal Carlos y dudo más que él pueda ayudarte
-Shiki- Le contestó Hana- Siempre has sabido que tengo un buen sentido para estas cosas
Hana vió uno de los periódicos que se anuncian ahí. Podía leerse en su encabezado “Avion se estrella en isla de Manhattan, Varios desaparecidos”
-Hana, deja de leer, sigamos- Dijo Shiki
-La lluvia se acerca- Dijo de pronto la mujer del puesto de revistas.
Hana asintió con la cabeza y volteó a ver la dirección que tomaría ahora
-Espero que no llueva esta noche- Dijo Hana
-¡Si no va a comprar nada, no esté parado ahí como si nada señor- Dijo la señora fuertemente
Hana volteó a su espalda al ver que la señora apuntaba a alguien detrás. Un vagabundo se había acercado al puesto de revistas. Hana no le dió importancia y cruzó la calle.
-Eso fue raro- Dijo Shiki
-Como si nunca nos hubiese hablado a nosotros en primer lugar- Completo Hoshi-Hana ¿Cuánto falta?
-No creo que sea necesario avanzar más, aquel edificio- apunto Hana a unos metros de allí- Es donde Carlos se encuentra.
17 de Noviembre Suburbios de la decadente Nueva York
Marí había llegado dos días antes a la casa de su tía quien la había recibido con un cuarto para ella donde podía seguir tomando sus sesiones de clarividencia -su poder entregado por Ago-. En ese momento se encontraba descansando cuando su tía entró en su habitación
-Mari, despierta- Dijo su tía mientras tomaba asiento a un lado de la cama. Hana despertó y la saludó con un abrazo
-Para este momento ya deberías de ser capaz de leer mi mente- Pensó
-Todo gracias a tu ayuda tía Sabrina- Contesto Marí pensando
-Esa es mi chica, que bueno que tu madre te dejó venir para aca-
-Si, me dijo que estaría bien contigo, pero tengo algo de miedo-
-No te preocupes pequeña, dentro de esta casa no podrán rastrearte, pero si no empiezas a conseguir muertes pronto, los efectos de Ago comenzaran a influirte-
-¿Qué efectos?- Penso Marí mientras ponía una cara de confusión
-Deja que te cuente, vayamos a la sala primero hice chocolate caliente.
Las dos bajaron al primer piso se sentaron.
17 de Noviembre World Trade Center
Hana entró con cuidado, no quería llamar la atención y con suerte nadie se percató de su presencia.
-Pude haberte vuelto étera- Dijo Shiki pensando
-Si alguien nos está rastreando de alguna forma, tal vez pueda saber cuando usamos habilidades, no hay que confiarse, además necesito hablar con Carlos a solas.
Hana pasó directamente a través de la recepción hacia uno de los elevadores. Las pocas personas que estaban allí la ignoraron por completo.
-Espero que sepas cual es el piso- dijo Shiki
-Espero que puedas confiar más en mí- Hana presionó el botón del piso 14, de los últimos.
Después de unos minutos la puerta del elevador se abrió y Hana caminó por el pasillo hasta la puerta que se encontraba al fondo, de allí provenía un olor a cigarro usado.
Hana abrió repentinamente la puerta, y sacó su arma esperando enfrentarse a varios enemigos. Para su sorpresa tan solo estaban Carlos y Agatha, el primero sentado en una silla frente al monitor de su laptop y la segunda en la cama leyendo el periódico. Los dos voltearon con sorpresa a ver a Hana, pero no hicieron ningún movimiento en respuesta
-Hola de nuevo Japonesita- Dijo Carlos mientras tomaba un sorbo de agua- No me malentiendas, tan solo estoy descansando.
-Parece que aún estás viva- Agregó Agatha quien dejó su libro a un lado y se paró de la cama.
Hana bajo su arma y entró a la pieza cerrando la puerta.
-Ne... necesito que me...-Trato de hablar Hana en inglés
-No te preocupes, hablamos algo de tu idioma- Dijo Agatha tratando de emular la voz de una chica de una caricatura japonesa.
-Ya sabemos porqué estás aquí. Responderemos tus preguntas con una condición- Dijo Carlos, a lo que Hana asintió con la cabeza- Necesito que nos ayudes a escapar de alguien que nos ha estado siguiendo desde el accidente del avión, y tu tienes la habilidad que necesitamos
-Bien- dijo Agatha- ¿Estas lista para saber los secretos detrás de este ‘Juego de supervivencia’?
7 de Noviembre Casa de Sabrina, Suburbios de Nueva York
-Si tía- Dijo Mari- Cuéntame todo lo que sabes.
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